¡CUIDADO CON LOS TROLLS!

Hoy quiero tratar un tema que puede ser interesante, o al menos útil, a más de un opositor: los trolls de las oposiciones.

Para quienes no estén familiarizados con el término, un "troll" es un individuo que participa en todo tipo de foros en la red con la única finalidad de crear tensión y disputa

Pues bien, en el ámbito de las oposiciones, aunque son la minoría, también nos encontramos con algunos de estos especímenes. Podemos toparnos con ellos tanto en los foros de internet relacionados con el tema como entre nuestros colegas en la oposición.

Los primeros son los típicos que el día después del examen, vaticinan una nota de corte que no superaría ni el mismísimo Presidente del Tribunal Supremo, o los que, en esta época en que las convocatorias escasean, anuncian que saben por "fuentes fiables" (que jamás desvelan) que no van a convocar hasta el año 2035 y recomiendan a los que llevan más tiempo de estudio (y por ende los que probablemente estén mejor preparados) que se retiren y comiencen a buscar trabajo porque pierden su tiempo.

Los de la segunda clase se pueden dividir en dos variantes a su vez, en primer lugar aquellos que te cuentan lo bien que les va, lo liviano que se les hace el estudio y la facilidad que tienen para cantar los temas, y muestran sorpresa porque tu te canses al estudiar, tengas días buenos y días malos y haya algunos temas que no terminas de memorizar bien. Y en segundo lugar esos que, al contrario, se "desahogan" contigo y exponen sus dudas sobre si seguir o no "a la vista de como están las cosas y lo negro que se presenta el futuro para opositar!

Lo que tienen en común todos ellos es la finalidad que persiguen: DESANIMAR.
Y es que, aunque la mayoría de los opositores ven en los demás a compañeros, algunos pocos sólo ven competidores y, en lugar de esforzarse más para ser los mejores (como hacemos el resto) deciden acudir a estas prácticas desleales para desalentar y así eliminar a los rivales.
Por esto, mi consejo de hoy es que nadie se deje llevar por el pesimismo y que, en los momentos malos, se busque el apoyo de los verdaderos compañeros que, afortunadamente, son los que más abundan.