jueves, 18 de abril de 2013

LA ESTÉTICA DEL OPOSITOR



Ahora que están tan de moda los blogs de tendencias (entre los que aconsejo estohayqueverlopuesto.blogspot.com) en los que se dan recomendaciones de “outfitfs” para distintos eventos, he decidido incluir una entrada sobre “outfits para opositores”, ¿Qué ha de ponerse un opositor para estudiar?
En primer lugar hay que tener en cuenta en qué ambientes se mueve el opositor, para crear un look para cada uno de estos momentos:


-          Durante el estudio:

Durante las horas de estudio, la actividad se desarrollará fundamentalmente entre el dormitorio, sala de estudio o despacho, la cocina y, a lo sumo, el salón.
Si estudiamos en casa podemos optar entre un pijama y un chándal. Mi recomendación es que no sea un pijama con el que hayamos dormido, porque eso hará que sintamos aún menos la necesidad de vestirnos por las mañanas, y antes o después tendremos que volver al mundo real, donde vestirse es una necesidad…
En todo caso es muy importante que se trate de ropa cómoda y que no nos oprima porque pasaremos muchas horas sentados, por lo que tenemos que facilitar la circulación de la sangre para evitar futuras amputaciones.
En mi caso estudio en un despacho dos pisos por debajo de mi casa, mi cueva, así que el riesgo de cruzarme con algún vecino condicionará mi aspecto estudiantil. Utilizo un pantalón de deporte cómodo y alguna sudadera que esté decente.
Ni que decir tiene que el maquillaje sobra, en primer lugar porque molesta para estudiar e irrita los ya bastante debilitados ojos, y en segundo, porque ¿para qué queremos adecentar la cara? Los Carperi aún no tienen ojos y son los únicos con quienes interaccionamos a lo largo del día.

-          Para ir al preparador/academia:

En este supuesto tenemos dos tipos de opositores que presentarán “looks” completamente opuestos, los llamaremos Sujeto A y Sujeto B.
El Sujeto A, quien probablemente lleve más años estudiando y ya ni recuerde como era vivir en sociedad, optará por una indumentaria cómoda y funcional, generalmente compuesta por pantalón y sudadera deportivos, tenis y mochila; y por supuesto, cara lavada.  En resumen, se dará una duchita y se pondrá uno de los chándales de estudio. Su razonamiento es “para quien me va a ver…”.
Por su parte, el Sujeto B, que aún siente nostalgia de los días en que era alguien en el mundo y se relacionaba con otras gentes, aprovechará que va a salir a la calle para estrenar su última adquisición o engancharse su prenda favorita… Ávido por demostrarse a sí mismo que aún puede ser atractivo, porque señores, el que oposita tiene que lidiar todas las mañanas con un espejo que le devuelve la imagen de una cara blanca, ojerosa y enfermiza.
En mi opinión el look más apropiado es el del Sujeto B, que se compondrá de algo sencillo, de diario, tipo una blusita y vaqueros, con un maquillaje discretito, pero que aporte algo de salud a la cara. Porque aunque la idea no es ir a cantar el tema como si fuéramos a la Scala de Milán, esto hace que tengamos algún estímulo para mantener un poco el cuidado del físico, ya que, insisto, volveremos un día al mundo, y a mayor abandono, mayor dificultad de reestructuración.

-          El día de descanso.

Sin duda es el día más importante de la semana. Es el día que aprovechamos  para quemar la calle, ver a nuestros amigos, novios, hacer gestiones, etc… y en este día nuestro físico merece todo nuestro cuidado. A pesar de la pereza inicial, mi recomendación es que este día hagamos uso de nuestras mejores galas, que le dediquemos tiempo al pelo, al maquillaje y a la ropa (aunque sin exagerar, sólo tenemos 24 horas y no queremos desperdiciarlas). Porque a todos los nos gusta oír la típica frase: “PUES OYE, QUE BIEN TE VEO, NO PARECE QUE ESTÉS OPOSITANDO”.

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