Suele pensarse que los opositores, al competir unos con otros, nos convertimos en seres aislados y poco generosos con nuestros colegas. Sin embargo, si de algo me he dado cuenta en estos once meses de estudio, es de que nadie será tan buen compañero de fatigas como otro opositor.
Cuando te pasas entre 8 y 10 horas al día estudiando y tienes esa sensación de que el tiempo se ha paralizado, mientras las personas de tu entorno (justamente) siguen con sus vidas, mejores o peores, pero vidas al fin y al cabo, a veces te sientes realmente solo e incomprendido, y ahí es donde el mejor apoyo será otro opositor.
Nadie como un compañero entenderá lo cuesta arriba que puede llegar a hacerse el estudio, lo frustrante que es la espera de la convocatoria que no llega, la soledad de las horas pasadas entre libros, el estrés pre-canto...y por eso nadie como él empatizará tanto y tendrá tanta capacidad para servirte de bastón en esta carrera de fondo.
Y es que en este tiempo he podido comprobar que nada alegra más a un opositor que los triunfos de los demás (aparte de los propios, claro :p). Da igual a qué oposite mientras pertenezca a este particular gremio, porque cada uno de nosotros tenemos detrás un gran grupo de "cheerleaders" formado por todos aquellos que estudian o alguna vez estudiaron unas opos.
Este post va dedicado a una compi que hoy aprobó su primer ejercicio, ¡ánimo y a por el siguiente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario