Ahora que están tan de moda los
blogs de tendencias (entre los que aconsejo estohayqueverlopuesto.blogspot.com)
en los que se dan recomendaciones de “outfitfs” para distintos eventos, he
decidido incluir una entrada sobre “outfits para opositores”, ¿Qué ha de
ponerse un opositor para estudiar?
En primer lugar hay que tener en
cuenta en qué ambientes se mueve el opositor, para crear un look para cada uno
de estos momentos:
- Durante
el estudio:
Durante las
horas de estudio, la actividad se desarrollará fundamentalmente entre el dormitorio, sala de estudio o despacho, la cocina y, a lo
sumo, el salón.
Si estudiamos en
casa podemos optar entre un pijama y un chándal. Mi recomendación es que no sea
un pijama con el que hayamos dormido, porque eso hará que sintamos aún menos la
necesidad de vestirnos por las mañanas, y antes o después tendremos que volver
al mundo real, donde vestirse es una necesidad…
En todo caso es
muy importante que se trate de ropa cómoda y que no nos oprima porque pasaremos
muchas horas sentados, por lo que tenemos que facilitar la circulación de la
sangre para evitar futuras amputaciones.
En mi caso
estudio en un despacho dos pisos por debajo de mi casa, mi cueva, así que el
riesgo de cruzarme con algún vecino condicionará mi aspecto estudiantil.
Utilizo un pantalón de deporte cómodo y alguna sudadera que esté decente.
Ni que decir
tiene que el maquillaje sobra, en primer lugar porque molesta para estudiar e
irrita los ya bastante debilitados ojos, y en segundo, porque ¿para qué
queremos adecentar la cara? Los Carperi aún no tienen ojos y son los únicos con
quienes interaccionamos a lo largo del día.
-
Para ir
al preparador/academia:
En este supuesto
tenemos dos tipos de opositores que presentarán “looks” completamente opuestos,
los llamaremos Sujeto A y Sujeto B.
El Sujeto A,
quien probablemente lleve más años estudiando y ya ni recuerde como era vivir
en sociedad, optará por una indumentaria cómoda y funcional, generalmente
compuesta por pantalón y sudadera deportivos, tenis y mochila; y por supuesto,
cara lavada. En resumen, se dará una
duchita y se pondrá uno de los chándales de estudio. Su razonamiento es “para
quien me va a ver…”.
Por su parte, el
Sujeto B, que aún siente nostalgia de los días en que era alguien en el mundo y
se relacionaba con otras gentes, aprovechará que va a salir a la calle para
estrenar su última adquisición o engancharse su prenda favorita… Ávido por
demostrarse a sí mismo que aún puede ser atractivo, porque señores, el que
oposita tiene que lidiar todas las mañanas con un espejo que le devuelve la
imagen de una cara blanca, ojerosa y enfermiza.
En mi opinión el
look más apropiado es el del Sujeto B, que se compondrá de algo sencillo, de
diario, tipo una blusita y vaqueros, con un maquillaje discretito, pero que
aporte algo de salud a la cara. Porque aunque la idea no es ir a cantar el tema
como si fuéramos a la Scala de Milán, esto hace que tengamos algún estímulo
para mantener un poco el cuidado del físico, ya que, insisto, volveremos un día
al mundo, y a mayor abandono, mayor dificultad de reestructuración.
-
El día de
descanso.
Sin duda es el día
más importante de la semana. Es el día que aprovechamos para quemar la calle, ver a nuestros amigos,
novios, hacer gestiones, etc… y en este día nuestro físico merece todo nuestro
cuidado. A pesar de la pereza inicial, mi recomendación es que este día hagamos
uso de nuestras mejores galas, que le dediquemos tiempo al pelo, al maquillaje
y a la ropa (aunque sin exagerar, sólo tenemos 24 horas y no queremos
desperdiciarlas). Porque a todos los nos gusta oír la típica frase: “PUES OYE,
QUE BIEN TE VEO, NO PARECE QUE ESTÉS OPOSITANDO”.